Colegio Helen Parkhurst Querétaro

Las despedidas muchas veces son muy tristes, porque marcan el final de algo. Pero, lo que pocas personas ven es que en realidad es el comienzo de algo mejor. Muchas veces planeamos terminar, otras tantas las circunstancias nos obligan. Yo sé que todavía no se acaba el ciclo y no es momento de melancolías y tristes despedidas. El propósito de este escrito es hacerles ver que tienen que disfrutar los escasos meses que nos quedan, porque algunos se marchan y con los que se quedan no tenemos la certeza de poder estar en el mismo salón.

Quizá publicas en el muro de tus amig@s “Te amo”, pero la amistad no sólo se basa en lindas fotos o cursilerías, la amistad es una actitud y un sentimiento, las dos partes tienen el mismo propósito: amor sin condición o interés. Y los niños que son un poco más frívolos en cuestión de sentimientos, debo decirles que no basta con unirse en el salón para arruinar las clases. 

Nos falta disfrutar los días, no tenemos en cuenta que jamás se repetirán, nos quejamos o lloramos, pocas veces reímos hasta que nos duela el estómago. Nos preocupamos por cosas tan vacías y materiales, que muchas veces bloqueamos nuestros verdaderos sentimientos. Además nos falta sonreír, tenemos en la cabeza la mentalidad de que somos grandes y no debemos jugar, pero cuando se trata de cumplir, somos más inmaduros que los pequeños. También peleamos demasiado, muchas amistades han terminado y pocas han empezado.

Muchos dicen que esta edad es la mejor, y la mayoría la estamos desperdiciando. Quedan menos dos meses para que explotes todo lo que no has hecho, para que vayas al parque con tus amigos, para que por las tardes coman un helado, para que hagan una última pijamada, para toquen los timbres y corran dejando todo atrás, para reír como nunca la han hecho, para ir al cine a lanzar palomitas o simplemente para construir un nuevo recuerdo cada día.

La vida cambia constantemente, así que ve y disfruta porque nunca se sabe cuando nos volveremos a ver.